Admiradores del jamón ibérico en estados Unidos se contentan con organizar una especie de mercado de futuros sobre estos apreciados perniles a la espera de que la Administración Bush permita su importación
Pedro Rodríguez
Washington. De acuerdo a ese gran tópico afrancesado, se supone que los habitantes del gigante americano no saben comer. Pero cuando un estadounidense prueba el pata negra, no hay marcha atrás por mucho que la Administración Bush tenga prohibida la importación de esta apoteosis porcina que nada tiene que envidiar al celebrado caviar Beluga o el legendario vacuno de Kobe. A la espera de un eventual permiso del Departamento de Agricultura, los admiradores de esta sublime delicia – renuentes a violar a España – se contentan con participar a este lado del Atlántico en una especie de mercado de futuros de perniles.
Como no podía ser de otra forma, el foro donde se especula con la llegada del jamón ibérico es una emprendedora empresa que por Internet www.tienda.com distribuye en Estados Unidos auténticos productos gastronomitos de España. Como oferta especial para los interesados en hacerse con un pata negra legalizado, la compañía está aceptando desde hace dos anos pedidos previo pago de un depósito de 199 dólares (unos 162 euros) y un precio final que por pernil lo bajará de 800 dólares (651 euros).
Siempre dejando claro que esta operación un tanto especulativa está sujeta a peripecias burocráticas y a la evolución financiera de las divisas de Estados Unidos y la Unión Europea. Para hacerse una idea, en estos momentos los contratos de futuro de un barril de petróleo en Nueva York se cotizan al alza en torno a los 42 dólares (34 euros). En el caso del pata negra, las señales desembolsadas pueden ser recuperadas sen caso de que los compradores se cansen de esperar o se den cuenta de los precios disparados que implica el retroceso cambiarlo del dólar frente al euro.
Hasta la fecha, www.tienda.com – con base en Virginia y fundada por un capellán de la *Navy* destinado en España durante los años sesenta—cuenta con más de un centenar de inversores a la espera de que el Gobierno de Estados Unidos levante el veto existente sobre el jamón ibérico, bajo la excusa de que su importación no regulado representa una amenaza a la salud pública. El mismo argumento utilizado anteriormente para impedir la entrada del jamón serrano en Estados Unidos.
Para solventar las persistentes trabas sobre el pata negra, Latienda.com finalmente se ha asociado con COVAP, una prestigiosa cooperativa de productores del valle de los Pedroches, en Córdoba, dispuestos a someter sus instalaciones a les estrictas especificaciones que marca el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Si todo sale bien, los primeros perniles certificados podrían distribuirse legalmente pro estas latitudes a comienzos de 2007. Para los consumidores ansiosos siempre queda la opción del contrabando aunque teóricamente se trata un delito federal castigado por la Animal Protection Act con penas de hasta diez anos de cárcel y significativas multas. Si bien, lo normal es que la mercancía sea decomisada para su posterior destrucción por los funcionarios de aduanas.
Esta semana, el Wall Street Journal, en uno de sus magistrales reportajes de primera pagina, explicaba detalladamente toda esta saga de truncados placeres gastronómicos. Historia ilustrada a color con un antológico jamón ibérico que a más de uno resulto mucho más sugerente que la portada del último Playboy. Y como prueba sirva el testimonio de Rob Tarpin, inversor de pata negra, que se ha comprado una jamonera a la espera de que se termine de materializar su futuro pernil.